Croquetas de pollo con queso y huevo duro

Lo primero que debemos hacer es limpiar el pollo, le quitamos toda la piel y huesos que tenga, lo troceamos y picamos hasta dejar trozos de carne pequeños. Una vez bien picado lo reservamos... Haremos lo mismo con los huevos cocidos, los dejamos ya rallados para utilizarlos en su momento.

Ponemos la mantequilla en la sartén o cazuela que vayamos a utilizar para hacer la masa de las croquetas. Le aplicamos un fuego suave para que se funda sin que llegue a hervir. Una vez fundida añadimos la harina, sazonamos y si quieres puedes añadirle algún sabor como pimienta o nuez moscada. Trabajamos la harina para cocinarla en la mantequilla y evitar su sabor crudo, esto nos llevará un par de minutos.

Es el momento de añadir la leche, hay gente que la pone caliente, yo prefiero ponerla fría, de este modo me da tiempo a trabajar la masa con las varillas y que se integre la harina sin grumos. No pares de remover la masa o se te pegará en el fondo.

Debemos llevarla con fuego suave a punto de ebullición, es en este momento cuando añadimos el pollo, el huevo y el queso que teníamos reservado. A partir de aquí trabajamos la masa con una pala de madera o silicona, sin prisa pero sin pausa. Debemos remover sin parar la masa con suavidad, la vamos despegando del fondo y veremos como se va haciendo cada vez más espesa.

No es complicado saber cuando la masa ya está bien hecha... La masa nos va dando pistas, vemos que cada vez se marcan más las formas a la hora de removerla y que si desplazamos la pala por el fondo, la masa se nos viene detrás. Creo que esto puedes verlo mejor en el vídeo.

Cuando la masa ha llegado al punto deseado la pondremos en una fuente plana, debe extenderse bien para que se enfríe antes y poder formar bolas curiosas a la hora de formar las croquetas. Debemos dejar que se enfríe a temperatura ambiente y luego ponerla unas horas en la nevera. La masa se endurece con el frío y trabajarás mejor luego.

Me gusta taparla con un film plástico para evitar que la masa haga una capa dura en la superficie. A mi me gusta así pero a mi mujer por ejemplo no le importa... Lo dejo un poco a tu criterio. A la hora de poner el plástico, tienes que procurar que no queden burbujas de aire. Si dejas burbujas se llenarán de agua condensada por el calor.

Con la masa fría y reposada, preparamos un cuenco con pan rallado y otro con huevos batidos. Formaremos bolas de masa con una cuchara y las llevamos al pan rallado, las rebozamos y les damos la forma deseada. A continuación las rebozamos con el huevo batido y volvemos a pasar por el pan rallado. Según las vamos haciendo las ponemos en un plato en cuyo fondo habremos puesto una leve capa de pan rallado. De esta forma no se pagará el rebozado en el plato.

Si una vez formadas y empanadas, dejas reposar las croquetas en la nevera hasta el día siguiente, se abrirán mucho menos al freírlas. Para guardarlas debes hacerlo en un tupperware bien cerrado. Yo suelo hacerlo de la siguiente forma... Pongo pan rallado en el fondo, coloco las croquetas bien alineadas y pongo papel de aluminio entre las diferente capas. Debemos freírlas en abundante aceite, yo suelo utilizar el aceite especial para freír o de girasol. Deben freírse de forma tranquila. Si tenemos mucho fuego se quemarán por fuera y por dentro estarán frías. Si freímos despacio el pan rallado se puede empapar con el aceite...

Si has sido capaz de llegar hasta aquí, verás que ahora tienes unas fantásticas croquetas para disfrutar con los tuyos...